Da gusto conocer a los vecinos. Pero en una sociedad de grandes proporciones es imposible que todo el mundo nos resulte familiar. Las hormigas argentinas (Linepithema humile), cuyas colonias pueden extenderse a lo largo de mil kilómetros y por distintos continentes, viven en sociedades integradas a veces por millones de individuos. Su capacidad de expansión, al igual que la nuestra, radica en el anonimato, según un artículo del entomólogo Mark Moffett para Behavioral Ecology. «Para cooperar –dice el científico– los miembros no necesitan reconocerse en cuanto individuos.»Fuente: National Geographic
No hay comentarios:
Publicar un comentario