jueves, 17 de mayo de 2012

Pulgas gigantes atacaron a los dinosaurios

Sólo insectos con mandíbulas muy poderosas podrían haberse alimentado de la sangre de los dinosaurios, pero todo indica que algunos lo lograron, según un nuevo estudio.
Científicos en China hallaron fósiles de animales de 165 millones de años con una morfología similar a las pulgas modernas, aunque su tamaño era aproximadamente diez veces superior.

Bebedores de sangre
El insecto tenía garras que le permitían subir por los cuerpos de los dinosaurios y sujetarse.
Es probable que los insectos jurásicos cuyos fósiles fueron hallados en Mongolia sean los ancestros de las pulgas modernas, aunque más probablemente pertenecieron a un linaje separado y ahora extinto.
Los fósiles son de las especies Pseudopulex jurassicus y Pseudopulex magnus, y tenían cuerpos chatos, similares a los de una chinche o garrapata, además de garras con las que podían escalar la piel rugosa de los dinosaurios y sujetarse mientras extraían su sangre.
Las pulgas modernas tienen cuerpos más compactos y antenas cortas y pueden moverse con facilidad entre los pelos o plumas de sus víctimas.
Todas las pulgas están adaptadas a alimentarse de la sangre de vertebrados de sangre caliente. Hoy en día el 94% de las más de 2.000 especies conocidas atacan mamíferos y el resto se alimentan de la sangre de aves.
Pero las características inusuales de los fósiles, incluyendo la probóscide y las garras, es lo que ha llevado a los científicos a creer que sus víctimas eran animales de gran tamaño.

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