miércoles, 23 de mayo de 2012

Propiedades del Hinojo

Se trata de una planta aromática. Crece en estado silvestre al borde de los caminos, en terrenos sin cultivar y cerca de la costa. El hinojo pertenece a las Umbilíferas, una familia que incluye más de 2.500 especies, entre las que se encuentran el apio y la angélica.
En la antigüedad chinos, egipcios y romanos la consumían con frecuencia, tanto en forma de especia como verdura, mientras que los griegos, por su parte, la consideraban como el símbolo de victoria. El hinojo (Foeniculum Vulgare) es una planta herbácea que puede alcanzar los dos metros de altura. Se recolecta silvestre y en las épocas de más calor, ya que es cuando su perfume resulta más fragante. Sus hojas son largas y delgadas y sus flores aparecen en ramilletes de florecillas amarillas de corto tallo.
Los tallos y las hojas frescas picadas se emplean como hierba aromática, tanto en potajes como en ensaladas. El bulbo, de sabor anisado, suele consumirse como hortaliza, bien crudo en ensaladas, cortado en crujientes rodajas y aderezado con aceite, vinagre y un poco de pimienta negra molida, pero también puede servirse caliente, asado o cocido.
Resulta delicioso hervido y después cubierto con salsa bechamel y gratinado al horno. Es muy rico en potasio y una excelente fuente de fibra.
Un toque de anís
Las semillas, fácilmente identificables por su forma ovalada con estrías, color amarillo verdoso y un agradable olor a anís, se utilizan con frecuencia como especia en muchas recetas de cocina, especialmente a la hora de aromatizar aliños, salsas o guisos.
El hinojo seco suele añadirse finamente picado a las ensaladas o a las sopas, mientras que fresco combina bien con los pescados y aporta un punto especial a ingredientes como los cangrejos de río, cuando se hierven en agua donde se ha añadido abundante hinojo.
Es insustituible en marinados de pescado y en la sopa bullabesa, aunque también resulta delicioso en otros muchos platos como algunas sopas de verduras o de pescado, dulces, tartas y pequeños pastelitos (en estos últimos casos se muele). Asimismo suele añadirse a conservas en aceite, carnes de cerdo, pasta o arroces.
Su presencia puede acompañar a ingredientes tan alejados entre sí como las castañas que en Córcega se acostumbra a sazonar con esta especia o las gambas y la langosta que preparan en los restaurantes hindúes.
Una precaución que hay que tomar es medir la proporción de hinojo que se va a añadir al plato, ya que esta hierba tiene una fuerza que puede llegar a “tapar” el sabor original del ingrediente principal, bien sea carne o pescado.
Esto puede suceder en platos tan conocidos como la lubina al hinojo, ya que se trata de un pescado muy suave. La receta consiste en limpiar bien el pescado y colocrlo en una bandeja de horno bien engrasada. Se rellena con hinojo el interior de la lubina, se echa vino blanco y aceite de oliva y se unta bien el pescado, añadiendo en su piel varios granos de hinojo e introduciéndolo en el horno durante unos treinta minutos.
También puede emplearse para elaborar filetes de gallo sazonados con esta planta. Se cortan en juliana varias zanahorias y una cebolla y se pochan. Después en un recipiente se coloca esta verdura pochada y encima los filetes de gallo.
Se sazonan con un chorrito de aceite, sal y se espolvorean con hinojo picado, regándolos con vino blanco. Se meten al horno unos diez minutos y transcurrido el tiempo se colocan sobre una cama de verduras y acompáñalos con unas judías verdes salteadas en aceite bien caliente.
Esta planta también se utiliza en los postres, por ejemplo para preparar sorbetes de hinojo. Tan sólo hay que cocer en medio litro de almíbar unos 100 gramos de hinojo por persona.
Después se trituran en la sorbetera, añadiendo dos hojas de gelatina, hasta obtener la textura deseada. Otra de sus utilidades consiste en elaborar vino de hinojo. Tan sólo hay que macerar unos cuarenta gramos de semillas de hinojo en una botella de vino tinto de calidad durante unas dos semanas y, a continuación, colarlo y degustarlo.
Propiedades digestivas
El hinojo posee unos efectos medicinales similares a los del anís, e incluso hay quien prefiere esta planta porque considera que sus propiedades son más fuertes y duraderas. Suele utilizarse para preparar infusiones tras las comidas, con finalidades diuréticas.
Muy aromática y con propiedades digestivas calmantes, el hinojo se emplea, además, para preparar el denominado “jarabe de cinco raíces”, en el que se mezclan junto al hinojo, apio, perejil, rizoma de rusco y esparraguera.
Se hierven y se dejan macerar a temperatura ambiente durante unas 24 horas. Pasado este tiempo, se añade azúcar, se calienta la mezcla hasta formar un jarabe, se cuela y se administra, bien con esta consistencia o bien disuelto en agua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario