domingo, 26 de febrero de 2012

Historia de las razas - DOGO Argentino

Es un perro muy resistente y robusto, de estructura maciza y musculoso en todas las partes del cuerpo, insensible al dolor, capaz de combatir con animales más grandes que él y matarlos. Con la capa completamente blanca, para distinguirlo fácilmente en el monte, el Dogo Argentino se diferencia de los otros perros también por su comportamiento: ladra raramente, casi como para no querer hacer notar su presencia, pero cuando ataca, es demoledor.
BREVE RESUMEN HISTÓRICO:
Esta raza es originaria de la provincia de Córdoba, su creador fue el
Dr. Antonio Nores Martínez,

miembro de una tradicional familia de esa provincia y de profesión médico. Su pasión por los perros lo llevó, en el año 1928, a fijar las bases y un estándar para una nueva raza canina a la que denominó Dogo Argentino. Su trabajo partió del cruce metódico entre varias razas puras con el «Viejo Perro de Pelea Cordobés», ejemplares estos de un gran poder y fortaleza, pero inestables psíquica y genéticamente, productos de un mestizaje de Mastines, Bulldogs y Bullterriers, y que eran muy conocidos y apreciados en esa época entre los fanáticos y encarnizados peleadores de perros, actividad común por ese entonces y donde se mezclaban todas las clases sociales. Tras una intensa y minuciosa selección y estudio de caracteres, en varias generaciones, logra su objetivo, formando la primera «familia». En sus orígenes, fue considerado por muchos como un perro de lidia, pero el fervor por la caza del Dr. Nores Martínez hace que le dé participación en una de sus habituales partidas de «montería», donde quedan demostradas sus cualidades a esos fines, pasando a ser figuras principales en todas sus salidas. Así se convirtió rápidamente en un excelente «Perro de Montería».
Esta misma metamorfosis lo lleva hoy, a través de los años, a ser un can versátil en sus funciones, puesto que ha demostrado ser un noble ejemplar de compañía y un fiel e infranqueable protector de lo que ama. Su fortaleza, tenacidad, olfato y bravura, lo hacen inigualable dentro de los canes de jauría para la caza de jabalíes, pecaríes, pumas y otras especies predadoras de la agricultura y la ganadería, que habitan las vastas y heterogéneas regiones del territorio argentino. Su armonía y su balance, la excelente musculatura, propia de un atleta, lo hacen el perro ideal para soportar largas travesías bajo climas muy diversos y, tras ellas, sostener un arduo combate con la presa perseguida.
El 21 de mayo de 1964, es reconocido como raza por la Federación Cinológica Argentina y por la Sociedad Rural Argentina, quienes abren su «Registro Genealógico», iniciando su inscripción. Recién el 31 de julio de 1973, es aceptado por la Fédération Cynologique Internationale, como la primera y única raza argentina, gracias a la vehemente pasión y al inigualable trabajo y esfuerzo del Dr. Agustín Nores Martínez, hermano y continuador de la obra del creador.


APARIENCIA GENERAL:
Moloso normotipo, mesomorfo y macrotálico dentro de las proporciones deseadas y sin que se considere gigante. De aspecto armónico y robusto, por su poderosa musculatura que hace relieve bajo una piel consistente y elástica, adherida al cuerpo por un tejido subcutáneo poco laxo. De andar tranquilo y seguro, sagaz y de rápida reacción, mostrando permanente alegría en sus movimientos. De carácter cordial y afectuoso y de una blancura llamativa; sus virtudes físicas lo muestran como un verdadero atleta.

TEMPERAMENTO / COMPORTAMIENTO:
Alegre, franco, humilde, amigable y poco ladrador, demostrando siempre ser consciente de su poder. Jamás debe ser agresivo, característica que será severamente observada. Su condición dominante lo muestra en continua competencia territorial con ejemplares de igual sexo, característica que es más notoria en los machos. Como cazador, es astuto y silencioso, valiente y aguerrido.

PELO:
Uniforme, corto, liso y suave al tacto, con un largo aproximado de 1,5 a 2 cm.
Varía su densidad y grosor según los climas. Siendo raleado y fino en los climas tropicales (donde deja translucir la piel, haciéndose visibles las regiones pigmentadas, lo que no es motivo de penalización) y más grueso y denso en las regiones frías, donde puede aparecer sub-pelo.

COLOR:
Color íntegramente blanco. Se admite una mancha negra o de tonalidad oscura alrededor del ojo, que no supere el diez por ciento de la cabeza. Entre dos ejemplares de iguales condiciones, el juez siempre deberá optar por el más blanco.

TAMAÑO:
Altura a la cruz: Machos: 62 a 68 cm, Hembras: 60 a 65 cm.

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