miércoles, 25 de abril de 2012

La revolución mexicana contra el cambio climático

Tras una votación en el Senado este jueves por la noche, México está listo para convertirse en el segundo país del mundo en consagrar objetivos climáticos a largo plazo en una legislación nacional.
El margen de la votación fue enorme (78-0), lo que indica que todos los partidos políticos coinciden en el asunto.Ahora sólo se necesita la firma del presidente Felipe Calderón que se espera para la próxima semana.
El proyecto de ley consagra una serie de medidas, que incluyen la reducción del 30% del aumento de las emisiones, con un objetivo de 50% para 2050; conseguir que el 35% de la energía provenga de fuentes renovables para 2024; obligar a las agencias gubernamentales a utilizar energías renovables y establecer un mecanismo nacional para informar sobre las emisiones en los distintos sectores.
Los objetivos lucen bastante exigentes a primera vista, especialmente para un país en donde la población está creciendo, la economía está en expansión y el petróleo representa una importante contribución a los fondos nacionales.
¿Por qué, entonces, estará tomando medidas que a los ojos de muchos parecen un suicidio económico?
CompromisoHace poco tuve la oportunidad de hacerle esa pregunta a tres parlamentarios mexicanos que vinieron a Londres a ver cómo Reino Unido, el primer país del mundo con este tipo de legislación nacional, está haciéndolo.
Los puntos de vista de Eric Luis Rubio Barthell, Nicolás Bellizia Aboaf y Porfirio Muñoz Ledo son muy diversos, algo que no sorprende si se toma en cuenta que provienen de diferentes partidos políticos.
"México tiene una larga tradición en política multilateral", dijo Muñoz Ledo, miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), de centro-izquierda, que ahora preside la Comisión de Asuntos Exteriores.
"Esta legislación es un fuerte compromiso que salió de la cumbre climática de la ONU en Cancún, en 2010", para reflejar el compromiso internacional sobre cambio climático en la legislación nacional, explicó.
Para Bellizia Aboaf, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se trata de cuestiones más prácticas.
"Mi estado, Tabasco, ha sufrido las consecuencias del cambio climático", aseguró.
Tradicionalmente, las tierras bajas de Tabasco se han visto afectadas por las inundaciones. Pero en 2007, cuando el agua cubrió el 80% del estado, fueron especialmente graves.
Sin embargo, ese estado también tiene casi 1.000 pozos de petróleo y gas operando, un microcosmos en México que es el sexto país exportador de petróleo del mundo.
Tradicionalmente, los países productores de hidrocarburos han luchado con uñas y dientes para reducir su impacto en el medio ambiente, y según Rubio Barthell, también del PRI, los exportadores de petróleo del medio Oriente le han pedido repetidamente a México que tome una postura similar.
Pero a medida que el país se desarrolla, el petróleo y el gas pierden importancia para la economía general.
Es por eso que una visión económica verde tiene más sentido para estos políticos.
"Personalmente creo que este tema del cambio climático debería ser un problema económico y de la energía, no un asunto ecológico, aunque debo reconocer que las opiniones están divididas", señaló Rubio Barthell.
Energía renovablePara el señor Muñoz Ledo, la transición que implica un objetivo de energía renovable del 35% es absolutamente necesaria y alcanzable.
"México es consciente de que este es el final de la era petrolera, así que necesitamos implementar esta reforma fiscal; y si lo logramos, vamos a ser capaces de vivir sin petróleo", afirmó.
La energía solar, hidroeléctrica, geotérmica, los biocombustibles y la energía nuclear serán las opciones que se explorarán.
Lo irónico es que México ha sido tradicionalmente el primo joven y pobre del gigante del norte, Estados Unidos, que se ha negado a establecer una legislación parecida, debido a que tendría un impacto en el crecimiento económico.
"El poder de EE.UU. se basa en el ejército, la energía y el petróleo", dijo Muñoz Ledo.
"En 1989, el expresidente George Bush tenía un background petrolero. Años después, Bill Clinton y Barack Obama también han servido en primer lugar a los intereses del petróleo".
"Estamos hablando de políticas de neoliberalismo basadas en los intereses petroleros y el endeudamiento. Por eso hay tanta gente en Estados Unidos que no aceptan el cambio climático, a pesar de la evidencia científica".
Los tres parlamentarios visitaron Reino Unido para aprender sobre la creación de un sistema complejo de disminución de dióxido de carbono.
Las diferenciasBellizia Aboaf citó como órganos de interés al Comité sobre el Cambio Climático, que asesora al gobierno y supervisa sus acciones; al Carbon Trust, que promueve tecnologías bajas en carbono y los modelos de financiación pública y privada de Reino Unido.
Pero hay dos grandes diferencias entre las legislaciones de ambas naciones.
Primero, por ser un país en vías de desarrollo, México no está reduciendo sus emisiones, sino la velocidad en la que aumenta.
En segundo lugar, requieren de apoyo financiero internacional para cumplir sus objetivos, tal y como se decidió en la convención sobre el clima de la ONU.
La cumbre de Cancún acordó establecer un fondo internacional para el clima que se supone proporcionará gran parte de ese apoyo.
Pero algunos detalles aún no se finalizan. Además, la recepción de las enormes sumas de dinero que se supone que recibirán -unos $100.000 millones al año en 2020- tomará tiempo. De modo que aún se desconoce si México obtendrá el apoyo que necesita.
A pesar de que los parlamentarios consideraron que su estancia en Londres fue fructífera, no pude evitar sentir que tenían ganas de volver a los climas menos fríos de México, en donde la energía solar parece ser un tanto más viable.

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